Los latinos asiáticos merecen reconocimiento

Los miembros asiáticos de la comunidad latina son olvidados frecuentemente.

By DANICA MINH GONZÁLEZ NGUYÊN
(K Cox / Daily Trojan)

La última vez que visité México, había frases particulares que oí mucho. 

— ¡Hablas español muy bien! ¡Me sorprendiste!

— ¿Eres verdaderamente mexicana?

— ¿De dónde eres? ¿China?

Y cada vez, yo tuve que contestar:

 — No, no soy china. Soy mexicana y vietnamita. Sí, verdaderamente soy mexicana. No, no estoy mintiendo.

Es frustrante. En México, siempre soy percibida como extranjera sin importar lo que haga. Comprendo que no hay regiones con mucha gente asiática, pero no cambia el hecho de que estamos en Latinoamérica y hemos estado aquí por muchos años. Hay millones de asiáticos que viven en Latinoamérica, y ha habido asiáticos en la región desde el siglo XVII. Mi existencia como una persona asiática y mexicana no debería sorprenderte. Los mexicanos no deben olvidarse de nuestra existencia.

Incluso más allá de los comentarios de otros mexicanos, nos sentimos ignorados por el gobierno mexicano también. Por ejemplo, el censo mexicano del 2020 no incluyó la población asiática a pesar del hecho de que se puede ver la presencia asiática en el país. Observa los barrios chinos en ciudades grandes como la Ciudad de México y Mexicali. O la historia de la “china poblana”: el vestido fue inspirado por una esclava asiática traída a México (ella era del sur de Asia, pero en el tiempo, “chino” era usado para todos los asiáticos). O, la presencia de organizaciones de inmigrantes asiáticos y sus descendientes en México. No se puede refutar la presencia asiática en México. Entonces, ¿por qué no se incluye esta población en los censos? ¿O en los libros de historia mexicana que están en las escuelas?

La respuesta se encuentra en la larga historia del racismo anti-asiático en México. Los primeros asiáticos fueron traídos al país como esclavos y cuando fueron liberados, fueron confrontados con la discriminacion. Tenían limitaciones en los trabajos en los que podían participar y se enfrentaban a violencia. Mucha gente nunca ha oído sobre la Masacre de Torreón, cuando 308 personas asiáticas fueron asesinadas en 1911 debido al racismo en contra de los asiáticos. Luego, los asiáticos fueron limitados por el gobierno con respecto a donde podían vivir, resultando en deportaciones y la migración forzada. Además, el concepto de mestizaje está muy arraigado. Todos los mexicanos deben ser “mestizos” para así poder crear una raza nueva. Esta ideología es porque el censo mexicano oficial usa clasificatorios basados en idiomas en vez de clasificatorios étnicos. La presencia de gente asiática no armoniza con esta ideología y por eso el gobierno no reconoce su población asiática.  

Si soy honesta, he sufrido más racismo en México que en los Estados Unidos. Los comentarios y las miradas son mucho para mi. Cada vez que visito a mi familia mexicana, siento que necesito probar que soy mexicana. Otra gente no puede aceptar que soy mexicana a menos que yo ponga el esfuerzo. Pero, a pesar de los retos, México es mi hogar tanto como Vietnam o EE. UU. Yo quiero mejorarlo, no dejarlo. Y es precisamente por eso que estoy escribiendo este artículo. 

Con frecuencia, la razón principal por la que México tiene tanto racismo es porque se niega su existencia. Necesitamos comprender que no somos un monolito, como aquí en los EE. UU. Tenemos raíces diversas, y el racismo puede existir entre los mexicanos porque no son de las mismas razas. No hay una sola identidad étnica o racial que pueda ser mexicana. Cuando reconocemos estas diferencias, podemos empezar a arreglar estos problemas. También necesitamos recalcar las perspectivas de las minorías raciales en México: los pueblos indígenas, los afromexicanos y los mexicanos asiáticos. Tratar de borrar la diversidad del país por la idea de “la raza mexicana” solo empeora los problemas raciales. 

Desafortunadamente, este problema de la falta de reconocimiento y racismo no se limita a México. Hay asiáticos por Latinoamérica y, con frecuencia, estas comunidades enfrentan los desafíos de ser una minoría racial. Este problema es uno que necesitamos abordar como una comunidad latina; no podemos dejar a nadie. Entonces, este Mes de Patrimonio Hispano, te pido que recuerdes que la celebración es para los latinos de todas las raíces.

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