La Casa fue relocalizada en el cuarto piso del Student Union tras un proceso de expansión que tomó todo el verano y el mes de agosto. El nuevo espacio del centro es más grande, más colorido y más inclusivo. Durante el proceso de construcción, compartieron espacio con el Center For Black Cultural and Student Affairs. 

Al entrar, se puede observar una colección diversa de arte – pinturas, fotos y carteles que muestran la diversidad de la comunidad latina. Para estudiantes como Micaela Zamora, quien cursa su segundo año en ciencia biofarmacéutica, La Casa es un espacio seguro donde pueden encontrar otros estudiantes quienes entienden sus experiencias. 

Zamora, quien lleva visitando La Casa desde su primer semestre en la Universidad, ahora trabaja en el centro cuando no está en clase. Más que un espacio físico, La Casa ha sido una vía para tener una sensación de pertenencia con su comunidad, dijo Zamora.  

“Este espacio es muy importante para mí”, dijo Zamora. “Antes de comenzar a trabajar o venir a La Casa, sentía mucho el síndrome del impostor, especialmente como una persona que viene de una comunidad de bajos ingresos”.

Pasar tiempo entre estudiantes de trasfondos culturales similares le da a Zamora la motivación necesaria para combatir el síndrome del impostor, dijo. 

“Cuando miro a mis compañeros en mi comunidad, veo que este trayecto es importante para ellos y que merecen estar aquí”, dijo. “Así que me hace pensar que yo también merezco estar aquí”. 

El nuevo espacio también ha ayudado mucho a mejorar cómo la comunidad puede interactuar, dijo Zamora. Ahora, gracias a la expansión del espacio, La Casa tiene capacidad para que más estudiantes disfruten de los recursos que ofrecen. Según Zamora, el antiguo espacio que ocupaban era ya muy pequeño para la cantidad de estudiantes que lo visitaban.

“Diría que estaba un poquito triste porque cuando ya no había sillas o espacio, veía estudiantes irse del espacio”.  

El nuevo espacio no solo tiene mayor capacidad para estudiantes, sino que también cuenta con muebles nuevos, una cocina más grande y una sala de conferencias. Aún más, planean crear espacios para hacer videoconferencias. También han extendido sus horas de operación para tener en cuenta los estudiantes con clases más tardes. 

La nueva sala de conferencias es un gran valor añadido, según Zamora, ya que permite que el centro se mantenga abierto mientras el personal tiene reuniones o conferencias. Anteriormente, La Casa cerraba los viernes para llevar a cabo reuniones administrativas en el espacio general, que era el único que tenían. 

Citlaly Salinas García también dijo que el espacio ha mejorado. Salinas García está en su segundo año y estudia historia del arte. Desde su primer semestre en la Universidad, ha sido una visitante regular en La Casa. Su aspecto favorito del nuevo espacio es el tamaño. 

“Con tanto espacio nuevo, si está muy lleno, no es tanto problema porque ya hay más espacio para ocupar”, dijo.  

La colombiana Michelle Zapata Riveros, quien cursa su cuarto año en filosofía, política y leyes, dijo que durante sus casi cuatro años en la Universidad no se había sentido completamente incluida en las iniciativas latinas, hasta ahora. 

​​”No sentía que era para mí, sino que yo era extra”, dijo Zapata Riveros. 

Además dijo que no entendía por qué el espacio que tenía el centro era tan pequeño en comparación con la población de estudiantes latines en USC. Los estudiantes hispanos forman el 15.3% de la población estudiantil.

“Nuestro espacio era mucho más pequeño que el espacio de otras poblaciones que tienen una población mucho más pequeña que nosotros”, dijo Zapata Riveros. “El cambio fue completamente necesario y ahora nos permite estar en comunidad, que es lo que necesitamos”.

A pesar de las experiencias que ha tenido en el pasado, Zapata Riveros dijo que el espacio nuevo se siente más acogedor para estudiantes de distintos trasfondos culturales. En particular, le parecieron una buena incorporación las decoraciones que demuestran el alcance de la latinidad. 

“Hay un gráfico que explica la palabra ‘chévere’, que es una palabra colombo-venezolana que uso todo el tiempo”, dijo Zapata Riveros. “Me parece muy lindo que nos incluyan en diferentes formas en el espacio”.  

Aun así, Zapata Riveros dijo que es importante reconocer que el nuevo espacio, que considera aceptable en proporción a la población estudiantil latina, no es algo por lo que los estudiantes deberían estar sobre-agradecidos.  

“Creo que es algo que nos merecemos”, dijo. “Ya era la hora de que [la Universidad] lo hiciera”.