El cantautor puertorriqueño René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente, estrenó su nuevo álbum, LAS LETRAS YA NO IMPORTAN, el pasado 22 de febrero tras siete años de su debut como solista, Residente. La producción, que estaba puesta a salir el año pasado, fue pospuesta en solidaridad al genocidio palestino en Gaza desde el pasado octubre.

El álbum, que incluye colaboradores de la talla de Arcángel, Ricky Martin, Vico C y Wos, es un viaje de hora y media de duración. Está caracterizado por la diversidad musical que distingue al rapero. Si Residente fue la exploración de su identidad genética a través de distintas culturas, LAS LETRAS YA NO IMPORTAN es la exploración de su identidad humana, culminando en René, su canción más vulnerable. 

Daily headlines, sent straight to your inbox.

Subscribe to our newsletter to keep up with the latest at and around USC.

La vulnerabilidad emocional que comenzó con René en 2020, continuó con sencillos como 313 y Ron En El Piso previo al lanzamiento del disco. 313, cuyo video musical está protagonizado por Penélope Cruz, busca hacer la paz con la inmensidad de todas aquellas cosas que terminan antes de lo previsto, incluyendo la vida misma. Está puntualizada con un violín que hasta el último segundo te engaña, haciéndote creer que todavía le queda vida a la canción antes de terminar abruptamente. Como muchas cosas en la vida, 313 se acaba justo cuando llega al clímax. Ron En El Piso es una carta al pasado, demostrado así por el emotivo vídeo musical que acompaña la canción. Si bien 313 es sobre la renuencia a los finales, Ron En El Piso es una aceptación. Engloba todas esas cosas que no se dijeron y todos esos sentimientos que no se exploraron lo suficiente.

Aunque El Malestar En La Cultura y Yo No Sé Pero Sé desafían el rap tradicional por medio de pistas instrumentales, canciones como Jerga Platanera — con Nino Freestyle — y Cerebro traen al intérprete de vuelta a pistas de rap tradicionales con bajos graves y el uso de más sintetizadores. Cerebro es un recordatorio de lo ágil que es el puertorriqueño como liricista que exige atención absoluta del oyente. Te despistas un segundo y Residente ha cantado dos versos completos.

Bajo los Escombros, con la colaboración de la cantante palestina Amal Murkus, denuncia el genocidio palestino y afirma el derecho a existir de manera humana del pueblo palestino. Quizás la canción más política del álbum, centra toda su atención en afirmar que como el árbol de olivo, Palestina saldrá de los escombros. Continuando esa nota decolonial, En Talla es un son cubano que conecta la lucha puertorriqueña con la cubana. 

Pólvora de Ayer, con Christian Nodal, aligera el humor luego de estas canciones con un ritmo más rápido y pegajoso. Los ritmos bailables continúan con el reggaetón electrónico Sin Lú, con Rauw Alejandro. Que Fluya es un trap bastante romántico que llega de la mano de Arcángel. Es una canción tan poéticamente explícita que en momentos llega a ser cómica. El recorrido por el género urbano cierra con el hip hop Estilo Libre, en colaboración con Vico C y Big Daddy Kane. 

Desde la Servilleta es un rap en el que Residente se dirige a sus enemigos imaginarios que no reconocen su talento y valor dentro del género urbano. No puedo decir que sus halagos a sí mismo sean falsos, pero no trae nada nuevo al álbum. De hecho, no veo razones — aparte del ego del propio Residente — por las que debería estar en el álbum. 

Si no fuera por la intromisión de Artificial Inteligente y Desde la Servilleta luego de Leoni, el álbum hubiera estado perfectamente enmarcado entre canciones reflexivas y emotivas. Sin embargo, esto también pudiera interpretarse como la insistencia del ego cuando uno se enfrenta a procesos vulnerables como lo son estas canciones. Residente comienza a abrirse, luego el ego lo interrumpe y finalmente llega al fondo del asunto con René. No obstante, esto también es irónico considerando que René fue el primer sencillo del álbum. 

Si bien Residente ha sido criticado por su soberbia y falta de humildad, esta nueva producción lo desnuda un poco y muestra más de su lado humano. LAS LETRAS YA NO IMPORTAN es un viaje exploratorio en el que se reencuentra como artista en un momento en el que busca modificar su carrera luego de tantos años de trayectoria. Juega con múltiples géneros musicales, explorando las posibilidades de los distintos ritmos que puede tomar el rap. Además, recorre la versatilidad de temas que lo caracterizan — desde lo banal hasta lo político y existencial — para lograr su producción más vulnerable.