Falta simpatía para los inmigrantes

La tragedia del colapso de un puente en Maryland es un llamado al cambio.

Por Heydy Vasquez
A cross adorned with a helmet and safety jacket with the flags of Honduras, El Salvador, Guatemala and Mexico
(Charlotte Cheung / Daily Trojan)

La compasión para los inmigrantes indocumentados es mínima. En momentos cuando pasan por tragedias horribles, reciben muy poca ayuda o atención mediática. Parece que a la gente sólo le importa publicar cuando una víctima es ciudadana estadounidense o es de un grupo minoritario.

El 26 de marzo, seis trabajadores inmigrantes fallecieron en Baltimore, Maryland tras el colapso del Francis Scott Key Bridge. Los trabajadores estaban llenando un bache durante la noche. Otros dos de los trabajadores sobrevivieron, pero seis descansan en paz. En este momento los estatus migratorios de los trabajadores no son claros, pero vinieron de México, El Salvador, Guatemala y Honduras. 


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Miguel Luna, inmigrante de El Salvador, era esposo y padre. Dorlian Cabrera, de 26 años, emigró de Guatemala. Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, vivía en Baltimore tras haberse mudado de México. El consulado de Honduras confirmó que Maynor Yassir Suazo Sandoval, de 34 años, era hermano y padre de dos. José Mynor López, inmigrante guatemalteco de 35 años, era esposo y padre de cuatro niños. Carlos, inmigrante de México, fue la sexta víctima, aunque su información no ha sido publicada. 

Los oficiales de la Casa Blanca que se han pronunciado al respecto mencionaron que el horror de la tragedia es una reflexión de las contribuciones de los inmigrantes al país. 

“Espero que la gente dé un paso atrás mientras reflexionamos sobre esta tragedia para reflexionar sobre las contribuciones que hacen los inmigrantes en todo Estados Unidos, en muchos sectores diferentes”, dijo Tom Pérez, asesor principal y asistente del Presidente Joe Biden, a Spectrum News. 

A raíz de la tragedia, algunos miembros del Congreso han comenzado una conversación sobre la política de inmigración, ya que las víctimas fueron inmigrantes. El Congreso tiene que tomar medidas sobre la reforma migratoria, mientras los inmigrantes enfrentan barreras socioeconómicas. 

Estas barreras incluyen la amenaza de oficiales de inmigración, condiciones de trabajo infrahumanas y la falta de respeto de aquellos que apoyan políticas estrictas en contra de la inmigración. Es claro que no importa donde un inmigrante trabaja o si ayuda a otros. La gente siempre va querer criticar a los inmigrantes. 

Además de las barreras a los recursos, muchos inmigrantes temen obtener asistencia médica debido a su estatus. Un estudio publicado en el Journal of Immigrant Health encontró que el 39% de los inmigrantes indocumentados temen ir al hospital a recibir atención médica. Gustavo Torres, director ejecutivo del grupo de derechos de inmigrantes CASA, se ha enfrentado a esto en su trabajo.

“Deciden no ir al hospital … Así de simple: [los inmigrantes indocumentados] tienen mucho miedo”, dijo en una entrevista con el Baltimore Sun.

Los seis inmigrantes que fallecieron tras el colapso del puente se unen a los inmigrantes que han fallecido mientras cruzan ríos, océanos, fronteras y “La Bestia” — tren que recorre desde el sur de México hasta varios puntos de EE. UU. que históricamente ha sido utilizado por inmigrantes a pesar de sus riesgos mortales. 

Algunos de ellos han subsistido haciendo trabajos manuales y trabajos que muchos de los que critican la inmigración indocumentada ni siquiera intentarían hacer. Sin embargo, quienes la juzgan se han beneficiado de su trabajo. 

Hace un mes, durante su discurso del Estado de la Unión, Biden se refirió a un inmigrante indocumentado como “un ilegal” que presuntamente había asesinado a una estudiante de Georgia. Además, mencionó que siente mucho por quienes han sufrido debido a acciones de inmigrantes “ilegales”. Sin embargo, omitió mencionar a aquellos que han muerto en manos del desconocimiento del sistema de inmigración estadounidense.

El sistema de inmigración y las opiniones sociales basadas en la discriminación y la xenofobia le han fallado a los inmigrantes alrededor de todo el país. El hecho de que seis víctimas hayan muerto y hayan recibido un reconocimiento mínimo sirve como recordatorio de la necesidad por la compasión y el cambio.

Los inmigrantes indocumentados merecen atención y compasión, sin importar su ocupación laboral o estado civil, porque todos son humanos. Muchas personas juzgan a los inmigrantes, pero se benefician del trabajo de un inmigrante.

El Congreso debe proporcionar medidas equitativas para representar a toda persona que se establezca en EE. UU. Los inmigrantes mueren haciendo el trabajo que muchos estadounidenses no hacen y, en general, contribuyen al país. Los inmigrantes pagan impuestos sin tener representación congresional y eso debe enmendarse. Las leyes federales y los estados están en una posición para cambiar el sistema migratorio.

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