La calle Olvera en estragos por mantenerse viva

 El histórico mercado lucha contra la falta de visitantes y el cierre de tiendas.

By EMMA KAHN MIRANDA DA SILVA
Las artesanías vendidas en la calle se traen desde México y son únicas. El cambio a la compra online ha dificultado su distribución. (Emma Kahn / Daily Trojan)

Justo al lado de la Plaza de Los Ángeles, un distrito histórico reconocido como el lugar de nacimiento de la ciudad, se encuentra un mercado mexicano llamado la calle Olvera. Llena de artesanías hechas a mano, comida deliciosa (los taquitos fueron inventados en la calle por el restaurante Cielito Lindo), y rodeada de museos, la calle Olvera es un lindo lugar para pasar un día del fin de semana. Sin embargo, un sábado a la hora del almuerzo, el lugar se ve medio vacío; cuatro o cinco tiendas se ven cerradas.   

Muchos de los comerciantes hoy son hijos y nietos de los vendedores originales, y han tenido sus tiendas por varias décadas. Renee Gutiérrez ha estado vendiendo artesanías mexicanas desde 1971, siguiendo los pasos de su padre, quien estableció el negocio en 1929. 


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“Mi padre lo hizo en el año ’29”, dijo Gutiérrez en inglés. Luego, señalando a un área oculta debajo de un estante, agregó, “Yo solía dormir ahí abajo cuando era niño”.

Gutiérrez está preocupado por el futuro de la calle Olvera y algunos cambios en la zona. Han habido intentos de abrir un McDonald’s y un teatro, dijo. 

“Ojalá siga igual porque la gerencia ha intentado cambiarlo”, Gutierrez dijo. “Si lo hicieran, no sería lo mismo. Le quitaría el sabor. Pero el sabor que tiene ahora, creo que es mejor. Se mantiene único”.

La calle ha enfrentado muchas dificultades en años recientes. Andrés Quiñones ha sido dueño de una tienda en la calle desde hace 30 años. Empezó como empleado, vendiendo carteras de cuero, pero cuando falleció el dueño anterior, su hijo le vendió el negocio. Quiñones dijo que luego de la pandemia, ser vendedor en la calle Olvera no ha sido muy fácil.

“Nosotros abrimos cuatro días nomás, porque viene uno a gastar en el parqueo y gastar en la gasolina y pues no es negocio. De lunes a viernes, mucha gente que no cerraba, están cerrando tres, cuatro días”, Quiñones dijo. “Tienen empleados y pues no les conviene estar pagando. De la pandemia para acá, ya la cosa no ha sido muy buena”. 

Valerie Hanley, una de las dueñas de Casa California, una tienda de regalos, dijo que el COVID-19 tuvo un enorme impacto en el área, no solo por el confinamiento en sí, sino por los efectos que tuvo en la forma en que la gente compra.

“La gente ha estado recurriendo más a lo online, en lugar de venir, mirar y tocar”, dijo en inglés. “Eso es lo que realmente impacta aquí, especialmente porque lo que vendemos es algo único. Y no es que pueda poner mucho de esto en línea porque puede que tenga una pieza de ocho artistas que viene de México, y no tendré otra”. 

La familia Hanley ha estado presente en la calle Olvera durante más de medio siglo. Las tiendas del centro de la calle Olvera fueron construidas por comerciantes, y su abuela era dueña de una de ellas. El edificio donde hoy está Casa California solía ser un taller de máquinas. Luego se convirtió en el Teatro de la Calle Olvera, fue comprado por otro comerciante y finalmente, vendido a la familia Hanley, quienes han sido propietarios de la tienda durante los últimos 59 años. En los últimos años, Hanley ha presenciado la falta de cuidado por la zona histórica. 

“La ciudad realmente necesita devolverle un poco de amor a este lugar. No lo ha hecho en muchos años y todos estamos teniendo dificultades”, Hanley dijo.  “[La calle Olvera] es algo que quieres experimentar. Es un mercado bonito al aire libre. Es un buen momento para pasar tres, cuatro o cinco horas aquí y disfrutar del día. Así que esperamos que la gente vuelva a experimentar eso”.

El sentimiento de todos los vendedores con los que habló el Daily Trojan fue el mismo: desean que la calle Olvera se llene de vida una vez más. Mercedes, quien pidió anonimato parcial por razones de privacidad, es la cantante principal de La Golondrina, un trío de música que ha estado tocando en la calle por los últimos 30 años. 

“Antes esta calle era preciosa, había muchísima gente, los puestos todos abiertos, había mucho dinero, ahora ya no”, Mercedes dijo. “Al contrario, yo creo que esto cada día va a estar vacío. Y es una tristeza porque esto es histórico, la calle Olvera es histórica”. 

Pero aún así, Mercedes, al igual que muchos de los comerciantes, tiene esperanza de que esta calle algún día vuelva a su antigua gloria. 

“Invitamos al público, a todos ustedes muchachos de las escuelas, que nos vengan a visitar a la calle Olvera y que impulsen todo esto para que la calle Olvera vuelva a ser la misma de siempre”.

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